EL DIOS DE LAS LIBERACIONES. Bosquejos Biblicos para Predicar Salmo 107
En este salmo tenemos una cuádruple imagen de «los redimidos del Señor» (v. 2).
I. De la fatiga al reposo (vv. 4-8). Aquí tenemos tres palabras que expresan adecuadamente la sustancia de cada sección: Miseria, Petición, Salvación; o, Necesidad, Oración, y Liberación.
1. LA MISERIA DE ELLOS. Ellos iban «errantes por el desierto», como habiendo perdido su camino, «por la soledad sin camino», por territorios sin sendas, perplejos y fatigados. «Hambrientos y sedientos», sus almas clamaban pidiendo lo que no podían lograr. «Su alma desfallecía en ellos», hundida en la desesperación.
Un total fracaso de las obras.
2. SU PETICIÓN. «Entonces clamaron a Jehová en su angustia» como último recurso. Encerrados a la fe. El oído del cielo, como la puerta del cielo, está siempre abierto al clamor de la necesidad.
3. LA SALVACIÓN DE ELLOS. «Los libró». Solo Él podía hacerlo. ¿Cómo? Conduciéndolos por «camino derecho». Conducidos a la verdad, fuera del error y del engaño, para que «viniesen a ciudad habitada», al lugar de la comunión y de la abundancia. ¡Oh, alabadle por sus bondades!
II. De las tinieblas a la luz (vv. 10-15).
1. LA CONDICIÓN DE ELLOS. «Yacían en tinieblas», no sabiendo dónde estaban. Estaban en «la sombra de la muerte», un lugar de inminente peligro. «En aflicción y en hierros», una condición de penosa esclavitud. Y fue debido a que «fueron rebeldes a las palabras de Jehová» que fueron derrotados.
«Quebrantó con trabajos duros sus corazones.» Eran impotentes. «No hubo quien les socorriese.» 2. SU PETICIÓN. «Luego que clamaron a Jehová…» Ya era tiempo. ¡Qué misericordia que tuvieran alguien a quien clamar que es poderoso para salvar!
3. SU SALVACIÓN. «Los libró… los sacó de las tinieblas… y rompió sus ataduras.» En su liberación hay luz y libertad. Efesios 5:8; Lucas 4:10. ¡Oh, alabad al Señor por sus bondades!
III. De la enfermedad a la salud (vv. 18-21).
1. LA CONDICIÓN EN QUE SE HALLABAN. «Su alma abandonó todo alimento.» Estaban tan hartos de su vida anterior y de sus placeres, que nada de lo que le pertenecía era disfrutado. «Llegaron hasta las puertas de la muerte.» Muriendo de hambre. Resultados de una profunda convicción.
2. LA PETICIÓN DE ELLOS. «Pero clamaron a Jehová en su angustia. » Ésta es la sanidad de los enfermos del mundo y de sus burlones placeres. Is. 55:2.
3. LA SALVACIÓN DE ELLOS. «Los libró.» No menospreció a ninguno. Y ¿cómo lo hizo? «Envió su palabra, y los sanó.» Su Palabra creída es siempre eficaz en el alma (Mt. 8:8). Él «los libró de su ruina». Sus poderes sanadores rescatan la vida de la muerte y de la destrucción.
IV. Del peligro a la seguridad (vv. 23-31).
1. SU PELIGRO. «Tiemblan y titubean como ebrios.» Llevados de acá para allá, azotados por la tempestad. Aturdimiento mental. «Toda su pericia es inútil.» Están a punto de abandonarse a la desesperación. Desechos. «Sus almas se desleían.» Toda esperanza y todo valor se han desvanecido. ¡Ay de mí! ¿Quién me librará? 2. SU CLAMOR. «Entonces claman a Jehová». Se precisa de una gran sacudida para hacer ir a los hombres hacia Dios.
3. SU LIBERACIÓN. «Los libra de sus aflicciones», como sacó a Israel de Egipto cuando estaban en su mayor extremidad. «Cambia la tempestad en sosiego» cuando sube a bordo del alma atormentada (Mt. 8:26). «Los guía al puerto que deseaban.» Aquel a quien saca fuera anhela llevar adentro. Liberados del reino de Satanás, e introducidos al reino del amado Hijo de Dios. ¡Alaben la misericordia de Jehová y sus maravillas para con los hijos de los hombres!