Cuando sentimos que la vida no es suficiente, ¿le importa a Dios? Cuando lo escucho decir «No», ¿tiene una respuesta? Cuando me enfrento a una avalancha de desafíos, ¿me ayudará?
La oración es el don maravilloso que nos conecta con el Dios vivo, con el que puede, por Su sabiduría, Su poder y Su amor, ayudarnos a superar lo que sea que enfrentemos.
Todo buen cristiano desea llegar a ser un instrumento para honra. No lo motiva la vanidad humana, sino que el mismo Espíritu de Dios le impulsa a ello. Un libro imprescindible para el discipulado cristiano.