Bosquejos biblicos para predicar el evangelio. Un bosquejo biblico contiene toda la estructura de una predicacion. Bosquejos para predicar por temas y libros de la Biblia.
Es ciertamente de lo más adecuado, en la actual condición religiosa, que al comienzo de este año oigamos este urgente llamamiento de los trompeteros del Señor.
La gracia vino por Jesucristo Como el agua busca el nivel más bajo, así la gracia busca la alma más necesitada. El salva, no porque somos ricos o justos, sino porque somos pecadores
La muerte es una trabajadora infatigable, y los funerales no son cosa desacostumbrada. Pero algunos funerales son infinitamente más penosos que otros debido al carácter de la vida vivida
Jesús Hubiera podido tener abundancia de servidores, si los hubiera deseado. Todos los ángeles del cielo y todas las leyes y recursos de la Naturaleza estaban a su disposición, pero no vino para ser servido como rey
Las naciones, como tales, no desean la venida del Señor Jesucristo, pero anhelan en el fondo aquellas cosas que solamente Cristo puede traer. Bosquejo para predicar de Hageo 2:6-9
El Señor jamás se ha quedado sin testimonio (He. 11). Los mismos «Cielos declaran su gloria». El testimonio personal de Amós, aquí registrado, nos lleva a meditar en algunas de las características del verdadero testimonio.
Cristo queda siempre rechazado cuando la soberbia se sienta en el trono de nuestro corazón. Cuidémonos de no echar piedras a Pedro por hacer en un día lo que puede que nosotros estemos haciendo cada día que vivimos.
La agonizante oración y las grandes gotas de sangre nos hablan de un corazón tierno y sensible, aplastado y herido en el mortero del amor por el peso del aborrecido pecado: no el suyo. Pero esta oración, con fuerte clamor y lágrimas, fue oído.
Hay un intenso anhelo en este deseo de Cristo de comer la pascua con ellos antes que Él sufriera. La terrible sombra de la Cruz, cayendo sobre su Espíritu, parece sólo intensificar su amor para los suyos.
Dios puede permitir que experimentemos ardientes dardos del enemigo para llevarnos a una profunda convicción de la esterilidad de nuestras vidas, para que nos demos tanto más sin reservas a la divina todosuficiencia.