Bosquejos para Predicar
El velo del tabernáculo (Éx. 26:31, 32). Colgaba de cuatro columnas, y separaba el lugar santo del Santísimo, y servía como cubierta para la gloria, que reposaba sobre el propiciatorio entre los querubines.
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Por fe andamos, no por vista. Elías tuvo un largo descanso al lado del secreto arroyo, quizá durante doce meses. Esto serviría a la vez como prueba de su fe y de su paciencia
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Ésta es una maravillosa e inclusiva declaración de la gracia divina y del progresivo descubrimiento que los creyentes hacen de sus riquezas.
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Llamado por el Señor. El Señor dijo: Toma a Josué hijo de Nun, y pondrás tu mano sobre él. Esta posición no fue de su elección hasta que la mente de Dios se manifestó de una manera bien clara.
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No se nos dice quién trajo los niños a Jesús, pero lo más probable es que fueran las madres. Benditas aquellas madres que han creído en Jesús de tal manera que traen a sus hijos a Él.
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Traicionado por un hipócrita. Y también estaba con ellos Judas, el que le entregaba. Aquel que había acompañado a Cristo, que había compartido el compañerismo de sus discípulos.
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Mientras los jubilosos filisteos se llevaban el arca como trofeo, poco se pensaban ellos que estaban atrayendo sobre sí mismos el juicio de Dios.
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No miramos a las cosas que se ven, mas a las que no se ve, y que son eternas. Tener esta visión que discierne las cosas espirituales es ser salvado del temor del hombre y estar siempre confiado en la victoria del Nombre de Dios.
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Abram era de noventa y nueve años de edad cuando el Señor se le apareció. No demasiado viejo para tener comunión con Él. La edad podrá excluirnos de los goces y compañerismos de la juventud...
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